No puedo imaginar porque Dios eligió Para hablar a Moisés Aquella humilde zarza plantada en el desierto habiendo tanta flor La voz de su presencia la llama de su gloria entre sus hojas ardió Y parado en una zarza, y parado en una zarza al mundo se mostró
No puedo imaginar, porque Dios me eligió Si no soy el mejor Si delante de sus ojos tanto nos parecemos aquella zarza y yo No lo hubiera creído, no lo hubiera creído Que Dios me quisiera amar Si una zarza pudo arder si una zarza pudo arder, arder quiero yo también
Hay tanta zarza triste plantada en el camino que nadie mira ya Los vientos del desierto la golpearon la quebraron y casi muerta está Pero si vales poco o si no vales nada el cielo no te olvidó Y aunque seas una zarza y aunque seas una zarza te sigue mirando Dios
Quemame, quemame Quemame tan solo una vez Quemame, quemame Quemame tan solo una vez Quemame, quemame Quemame tan solo una vez